Es bastante evidente que existen diferencias entre un examen escrito y un examen oral. No es de extrañar, entonces, que la forma de prepararse para uno y para otro también difieran. La base del estudio debería ser la misma, puesto que el objetivo es memorizar una cantidad de información concreta, pero los métodos no pueden ser iguales. Entonces, ¿sabes cómo estudiar para un examen oral? Aquí te explicamos cómo hacerlo paso a paso.

Cómo estudiar para un examen oral

Ante todo, para preparar un examen oral debes mantener la calma, tanto durante el estudio como en el momento del examen. Los nervios pueden jugarte una mala pasada, y la mejor forma de evitarlos es que tengas la seguridad de haber hecho un buen trabajo durante el estudio.

Estudiar en voz alta

Teniendo en cuenta que tu examen será oral, lo mejor que puedes hacer es estudiar en voz alta para prepararte la exposición. Olvida la biblioteca y otros espacios públicos donde no puedas hablar, porque de esa forma todo el estudio puede servirte de poco.

Esquemas de cada tema

La mejor ayuda para hacer un examen oral con éxito es realizar esquemas detallados de cada uno de los temas. Estos esquemas son las piezas fundamentales sobre las que sostener el discurso oral, por lo que deberían obviar algunos datos como nombres o fechas y centrarse en la estructura

Ensayar la exposición

Controla los tiempos y el relato que hagas para pulirlo y mejorarlo cada vez. No se trata de que aprendas todo de memoria, sino de que seas capaz de exponer el tema con tus propias palabras, de una forma coherente y lógica.

Crear un grupo de estudio

Estudiar en grupo con otros compañeros puede ser una gran idea para preparar un examen oral. No solo te resultará más fácil afianzar los conocimientos, además, servirá para prepararte más a fondo la exposición, para incidir sobre aquellos temas que te resulten más complejos y para plantear algunas posibles preguntas del profesor.

Asistir a otros exámenes

Si tienes la oportunidad, no dudes en asistir a otros exámenes del mismo profesor para ver su metodología de trabajo. Esto te dará una idea de lo que podrá preguntarte el día de tu examen y de lo que espera escuchar como respuesta.

Ya sabes cómo estudiar para un examen oral. Ten en cuenta que este tipo de exámenes también tienen sus ventajas, como el hecho de que son más rápidos que los escritos y que el profesor suele estar más receptivo a posibles cambios durante la exposición. En todo caso, procura dejar los nervios en la silla y concentrarte en las respuestas para que todo salga bien.