Siendo realistas, no se puede decir que estudiar sea un plato de buen gusto para casi nadie. Especialmente los niños, tienen demasiadas cosas que hacer por su condición como para que les resulte atractiva la idea de pasar tardes y tardes frente a los libros. Por suerte, existen técnicas y métodos probados para que un niño ponga interés en el estudio y no se canse demasiado rápido. Toma nota entonces de los consejos para enseñar a un niño cómo estudiar sin aburrirse fácilmente.
Consejos para que el estudio no resulte aburrido
Estos consejos son muy sencillos de aplicar, y está probado que surten efecto en todas las personas, así que lo más importante es comenzar a aplicarlos cuanto antes.
Grupos de estudio
Crear un grupo de estudio puede convertir la tarea en una actividad entretenida y muy provechosa. Siempre resulta más fácil memorizar conceptos cuando se ponen en común y cuando se trata de buscar una solución en conjunto. Para que la efectividad del grupo sea aún mayor, se recomienda llevarlo a cabo en una casa o en una academia de estudios, donde no exista ruido ajeno y donde se pueda hablar sin molestar a nadie.
Juegos relacionados con la materia
Cuando se utiliza la técnica anterior, es posible además realizar juegos de preguntas y respuestas acerca de la materia, para poner a prueba los conocimientos y para afianzar aquellos que todavía no se tengan. El resultado es mucho más ameno que leer y releer una página de texto.
Estudiar con tiempo
Es demasiado frecuente dejar el estudio para el día antes de un examen. Esto, más que hacer que cualquiera se aburra, impedirá prestar la atención y concentración adecuadas debido a los nervios y a la inseguridad del día anterior. Para centrarse en el estudio, es mejor empezar cuanto antes, así también se podrán tomar las cosas con más calma y sin presión.
Tomar descansos
El rendimiento en el estudio no es igual al inicio del estudio que cuando se llevan ya varias horas, por eso es importante tomar descansos y realizar otras actividades para que el cerebro se despeje y el estudiante no se aburra. Estos descansos deberían ser al menos de 10 minutos por cada hora de estudio.
Inventar canciones o cuentos
Otra técnica muy interesante es inventar canciones o cuentos que faciliten el recuerdo de los datos estudiados. Con este método se pone a prueba la imaginación, además de convertir el estudio de cualquier materia en una actividad divertida y muy musical.
Cambiar de asignatura
Más allá del orden de los exámenes, no conviene centrarse en estudiar una única asignatura durante varias horas. Es mucho más productivo cambiar de materia para no tener la sensación de aburrimiento memorizando una y otra vez los mismos datos.
Con estos consejos sobre cómo estudiar sin aburrirse, cualquier niño empezará a ser más productivo sin cansarse. Porque estudiar requiere una serie de costumbres, pero también debe hacerse de tal forma que no suponga un castigo para los niños.
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