Sí, ha ocurrido, el fin de curso ha llegado y te ha cogido por sorpresa. La falta de hábito de estudio se ha saldado con algunos suspensos. Tanto si eres estudiante, o el padre o madre de un niño más pequeño, seguro que no te gusta ver esos números inferiores a 5 que decoran el boletín de notas.

No le des más vueltas, lo que no está hecho ya no tiene arreglo. Ahora quedan más de dos meses de verano para hacer todo lo posible por recuperar esas asignaturas. Puede parecer tedioso, pero siguiendo algunos consejos sobre cómo recuperar una asignatura, comprobarás que es mucho más fácil de lo que parece.

Cómo recuperar una asignatura suspensa en verano

Recuperar una asignatura suspensa durante el verano requiere ante todo constancia y disciplina. Ninguna de las recomendaciones valdrá por sí sola, si no va unida a la fuerza de voluntad del estudiante.

Descansar un tiempo después del colegio

No es recomendable empezar con el estudio de forma inmediata, ya que se puede conseguir un efecto contraproducente de cansancio y pesadez. Dedicar unos días a relajarse y a analizar las causas del suspenso, es la mejor opción para retomar el estudio con más fuerza.

Planificar las tareas y contenidos para todo el verano

Porque no es lo mismo un suspenso, que dos, o siete. Es bueno tomar un tiempo para organizar todo el material de trabajo y pensar cuál es la mejor forma de gestionarlo en los días que quedan por delante.

Contar con el apoyo de padres y amigos

Que los padres valoren el esfuerzo es de vital importancia para que el estudiante mantenga esa fuerza de voluntad. Además, es importante no recibir el asedio de amigos buscando apartar al estudiante de su objetivo principal.

Establecer una rutina diaria

Fijar la hora de comienzo diaria, así como el lugar de estudio, ayudará a crear ese hábito y a lograr una mejor concentración. Es recomendable que el lugar de estudio esté bien iluminado y fresco, y lejos de cualquier distracción.

Estudiar cada día de la semana

Exceptuando los fines de semana, es importante que el estudio se realice todos los días entre semana, para que resulte más fácil fijar los conocimientos.

Marcar entre una y dos horas de estudio al día

Más tiempo sería excesivo, y en menos de tres cuartos de hora no se dan las circunstancias necesarias de concentración como para que el estudio dé sus frutos. Este tiempo puede variar también en función del número de asignaturas suspensas y de las tareas a realizar.

Comenzar estudiando lo más difícil

Es más efectivo comenzar por la parte más complicada del estudio, ya que cuando el cansancio haga mella, quedarán aquellas tareas más sencillas de hacer y recordar.

Repasar lo estudiado con actividades y ejercicios

Además de estudiar, es importante llevar a cabo ejercicios y actividades que sirvan para fijar lo estudiado. El cambio de actividad siempre ayudará a mantener la atención durante más tiempo y a sentir menos cansancio.

Hacer alguna pausa corta durante el estudio

Después de los primeros 45 o 50 minutos, es conveniente hacer una pequeña pausa para despejar la mente y no bajar el rendimiento.

Evaluar la posibilidad de asistir a una academia

Puede ser una alternativa de gran ayuda en casos en los que existan varios suspensos, o en casos de estudiantes con dificultad para seguir una rutina de estudio por sí mismos. Lo mejor es llegar a un acuerdo entre padres y estudiantes para que no sea una imposición y realmente sirva para mejorar y aprobar las asignaturas.

Ya sabes cómo recuperar una asignatura suspensa en verano. Seguro que, con estas pautas, el camino será más sencillo y llegarás a septiembre con la sensación del trabajo bien hecho. Puedes dejarnos un comentario si te surgen dudas o si cuentas con otros consejos para aprovechar el estudio al máximo.