Llega la época de los exámenes, y con ellos llegan también los nervios, la ansiedad y la preocupación.
El consejo más efectivo a la hora de hacer un examen, sin lugar a dudas, es haber estudiado mucho, pero además hay otros factores que también nos pueden ayudar:
- Llegar temprano, para evitar imprevistos de última hora.
- Tener una actitud positiva, recordándonos a nosotros mismos que nos hemos preparado bien y que nos merecemos aprobar.
- Asegurarnos que traemos todo lo necesario (bolígrafos, calculadora, reloj, etc.)
- Controlar los nervios y mantenernos confiados. Si en algún momento sentimos agobio, hacer respiraciones profundas para relajarnos. Evitar contagiarnos del nerviosismo de otros compañeros.
- Escoger un sitio cómodo y espacioso para hacer el examen, manteniendo una postura erguida
- Hacer una lectura previa de las preguntas, administrando el tiempo disponible para contestarlas y, si es necesario, hacer algunos apuntes con ideas que después podamos desarrollar.
- Contestar en primer lugar las preguntas fáciles, pero siempre controlando bien el tiempo restante de que disponemos.
- Reservar un tiempo del examen para repasar las respuestas. Por muy seguros que estemos, podría haber errores de ortografía, cálculos matemáticos, etc.
Cuando finalizamos un examen, sería bueno valorar si el método que hemos utilizado ha sido efectivo, si nos ha proporcionado más tranquilidad o si podríamos mejorar la técnica para futuros exámenes.
Comentarios recientes