El cine fue inventado por los hermanos Louis y Auguste Lumière en diciembre de 1895. Su invento, el cinematógrafo, fue la continuación de un aparato llamado knetoscopio, creado por Thomas Edison, que conseguía registrar imágenes en movimiento, aunque no podía reproducirlas.

Los hermanos Lumière inventaron una cámara más manejable que conseguía reproducir las imágenes grabadas. Las primeras secuencias mostraban escenas de la vida cotidiana, como por ejemplo transeúntes, medios de locomoción y trabajadores saliendo de las fábricas, a modo de documental. Después se rodaron escenas de ficción grabadas en interiores. Dos de las primeras películas fueron Salida de la fábrica (1895) y La llegada del tren a la estación (1895).

Dada su rentabilidad económica, el cinematógrafo fue incorporado a las ferias, llegando a ser muy popular. Precisamente por ser un aparato “de feria”, los intelectuales tardaron en considerarlo como un Arte. Su momento decisivo fue la Exposición Universal de 1900, a partir del cual la industria del cine comenzó a potenciarse a gran escala.

A finales del siglo XIX, el cinematógrafo había llegado a Europa y Estados Unidos. Diferentes inventores ingleses, alemanes y norteamericanos fueron estudiando y mejorando el aparato.